jueves, 27 de agosto de 2009

Carreras de galgos para la “feria” en Mérida.

Difundimos este mensaje de la Protectora APAME, apoyando plenamente su texto.


El pasado año, tras finalizar la feria de Septiembre, el concejal de Festejos, Luís Valiente, se comprometió a estudiar en profundidad las reformas necesarias para dotar a la ciudad de una feria con nuevas actividades, más acordes con la realidad que vivimos en nuestros días.
En los últimos días, con la edición de este boletín ya cerrada, los medios de comunicación se hacen eco de algunos de los cambios que tendrán lugar en la feria de Septiembre de 2009. El que nos ataña más de cerca, y nos llena de decepciones es la celebración el próximo día 6 de septiembre de una “Carrera de Galgos”. Valga como dato, durante este mes de Agosto, el concejal de Festejos, Luís Valiente, ha tomado las competencias en materia de Protección Animal, en sustitución temporal de su compañero Manuel Jiménez.
Sin palabras, el sábado pasado, al leer la noticia, nos quedábamos sin palabras….
¿Cómo puede una corporación municipal, que acaba de nombrar un delegado de Protección Animal, promover al mismo tiempo un evento basado en las Carreras de Galgos? ¿no es ésta una actividad más típica de los años 50?
Como asociación Protectora que somos, no vamos a caer en el error de afirmar y generalizar acerca de este tipo de espectáculos… por supuesto, es precioso ver correr a un galgo… pero no sabiendo lo que tras la carrera le espera al animal.
Le espera el hacinamiento, en caniles de medidas ínfimas, donde compartirá su triste vida con grandes números de galgos, hermanos de sufrimiento. Comerá si es bueno en la carrera, y a penas visitará un veterinario. Desde luego, si el galgo es bueno… su propietario le sacará a entrenar, pero el día que deje de valer… hay señores, el día que deje de valer para las carreras le espera en el peor de los casos el abandono, ser soltado en una calle y apaleado para que no regrese al lado de su anterior dueño.
Le espera la muerte, cruel y agónica, con cara de soga atada a lo alto de un árbol.
Le espera la mutilación de alguno de sus dedos, otra práctica habitual de los galgueros, para que ningún otro aficionado pueda hacer nada con él.
El galguero es aquella persona que viendo a su perro herido en una carrera o en el campo, en un entreno, es capaz de dejarlo morir solo… sin hacer nada por salvar su vida.
El galgo es un perro fiel, cariñoso, tranquilo y obediente. También es una de las razas autóctonas de nuestro país, y sin embargo es el peor tratado… ¿Cuántos galgos nos hemos encontrado vagando por las calles de Mérida? ¿saben cuantos tiene identificados esta asociación, abandonados en las calles, en este momento? … Pasan de cinco…
Por eso nos oponemos a las carreras de Galgos, por que nos parece volver para atrás en el tiempo. Quisiéramos que el Delegado de Festejos mirase un poco a su alrededor para comprobar que en Mérida hay sensibilidades diferentes, que no todo es folcklore y Carnaval.