La prohibición de realizar corridas de toros en Cataluña ha causado una verdadera conmoción en ese pequeño, autista, machista y cerrado "mundo del toro". Pretenden que aquellos que todos nosotros hemos elegido como nuestros representantes, los políticos, les protejan , blindando este espectáculo ante una posible decisión popular de que sea abolido. ¿Puede haber mayor despropósito?. Olé, olé, olé, esto parece una democracia pero en el fondo no lo es, al menos es la sensación que nos da a todos los que estamos felices de la desaparición de este maltrato a los toros en parte de nuestro territorio nacional.
Pero, al igual que ellos se movilizan y unen también nosotros los defensores de los animales podemos dejarles claro que lucharemos por la abolición en el resto de España.
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