Cualquier maltrato a un animal nos indigna y nos avergüenza pero cuando algo tan espantoso sucede tan cerca es aún más doloroso e inquietante. Alguien que hace algo así a un animal puede hacerlo con un niño o una mujer.
La protectora se personará en la denuncia por este caso que, por desgracia, es más numeroso de lo que los ciudadanos piensan.
Pedimos al Seprona que investigue en profundidad este caso, que denota, no sólo crueldad, sino algún tipo de transtorno mental del autor de semejante salvajada.
Cualquiera que tenga información sobre este caso: quién es el propietario u otro dato para localizarlo, puede ponerse en contacto con la protectora, el informante quedará en el anonimato.
Esperamos que algún socio de la asociación de galgueros de la zona de Valdivia o los veterinarios del entorno pueda ayudarnos para que este horror no quede sin justicia.
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