Rescatado en Higuera de la Serena, donde llevaban varios días con una cadena en la boca que le impedía comer y le dificultaba beber.
Vagando por las calles sin que nadie le ayudara. Una llamada de rescate nos llevó hasta allí a un grupo de amigos.
Fueron unos días horribles pero al final y gracias a la ayuda de la propia alcaldesa de Higuera logramos encontrarlo, acorralarlo y rescatarlo.
Puntos de sutura en la cabeza, en la boca y mucha paciencia y cariño hicieron que se recuperara. El amor a los animales de las chicas de la protectora de Albacete y el corazón de Sandrine, su adoptante, de la protectora francesa Appel de Levriers cambiaron su vida para siempre.
Mirad que preciosas fotos nos envían.